Al igual que un padre con su niño recién nacido, no paro de hacerle fotos a Nero. Dentro de poco tendrá 2 meses y está creciendo como un oso (haz clic para ampliar):
Como siga así, mi nueva casa se va a quedar pequeña. Come como si fuera a ser su última vez y luego caga como una persona, pero más veces al día. Es como una fábrica de pis y caca que funciona a toda máquina. Y crece, crece...
Además, es la viva imagen de la alegría. Es un trasto y no se cansa nunca. Agota a su hermano Lucas; también al que será su nuevo vecino, Pancho, e incluso a los perros de la calle de mis padres. Todos empiezan a jugar con él, pero terminan pidiendo la tregua en rendición.
Y, pese a todo, me cae bien. Creo que va a ser un buen compañero de casa de solteros.
Aquí otras fotos del book que le estoy haciendo (clic para ampliar cada una de ellas):
Seguiré subiendo fotos a medida que vaya creciendo, hasta el momento que me alcance y será entonces él el que me saque de paseo y me haga fotos a mí. Qué le vamos a hacer, es el momento de tontería que tengo con el perro. Se me pasará... supongo.