viernes, 29 de diciembre de 2006

Víctima de la kale borroka

Se me hace duro publicar esta entrada justo después de anteriores llenas de abrazos, cariños y esperanza, pero así es la vida: He sido víctima de la violencia doméstica. Doméstica porque ha sucedido en mi piso. No creí que me pudiera pasar a mí, una persona sencilla, humilde, que no ha hecho ningún mal a nadie.

Está visto que le puede tocar a cualquiera, en el momento más inesperado... Sobre todo, cuando tienes la desgracia de codearte con cierta escoria de la sociedad, que dicen llamarse amigos. Jamás debí fiarme de ellos, ya que desde que los conocí me venía inspirando mal karma. Tristemente, mis recelos han tenido absoluto fundamento.

Me refiero concretamente al calvo nazi extranjero y al engendro adorador de muertos musicales, que me han tenido engañado durante años, pero que su mala sangre al fin ha aflorado, cebándose a costa de mi santa inocencia y confianza.

Me han destruido la habitación del piso. Al llegar hoy de mis doce duras horas de jornada laboral la habitación ofrecía, usando el argot periodístico, un panorama dantesco. Cajones vaciados, basura por el suelo, papel higiénico en las lámparas, ropa hecha nudos... y un laborioso etcétera han hundido mi ánimo hasta la planta baja del bloque -he de aclarar que vivo en el segundo-.

Tras recuperarme del shock, he recogido lo mínimamente aceptable para poder circular -no sin dificultades- por dentro de la habitación. Y gracias a ello pude alcanzar la cámara, para inmortalizar la imagen de lo que podría ser comparado a las que salen en televisiones y periódicos como efectos devastadores de la naturaleza o, quizá más cercano a la realidad, los destrozos de la kale borroka. También, por si el juez estima oportuno considerarlo como prueba incriminatoria. He aquí la barbarie:

Campo de minasAunque parezca lo contrario, aquí duerme una persona con sus facultades mentales en orden.

Paraguas acostao en la playa de panTras quitar naipes y más cables y bolígrafos de los que aparecen en la imagen, la cama parece más habitable -siempre y cuando saques el paraguas abierto de entre las sábanas-. Pero lo peor es invisible, ya que los muy c******s habían esparcido pan rallado por toda la cama y por la almohada.

Lámpara cristianaEl papel higiénico en su uso más creativo, casi divino. La bombilla que falta estaba acostada en mi cama, con una especie de costra pegada -seguramente propiedad del cuerpo infecto de alguna de las dos sabandijas-. La costra, al encender la bombilla a la que iba adosada, levantó un humillo negro bastante interesante. No tan interesante como el hecho de su toxicidad, que se adivinaba por el olor que esparcía. Jamás me imaginé que llegaría a lavar una bombilla con estropajo, pero ahí estuve...

Donki guantanameroNo respetaron ni a mi pobre borriquito, que es una especie declarada en peligro de extinción. Supongo que no les dió tiempo a fabricarle un traje naranja a juego. Un caso más para el tribunal de La Haya.

Jugando a ser cabrónTambién quedó lugar para el ocio y la interactividad. Un cúmulo de basuras formando una flecha indicaba un lugar donde había colgada una botella con una pequeña llave dentro. Esa llave abría un candado situdado en el armario de estantes, que liberaba la bolsa-mochila que me llevo para mis viajes y para mis vueltas al pueblo [...] Gracias a que jugué mucho de crío a aventuras conversacionales salí victorioso de semejante prueba de ingenio. Y sin usar el quinqué sobre los matorrales de alguna puerta de una tumba, ni nada de nada.

Nota de los criminalesNo cabe duda que se divirtieron. Y así como hacen los criminales que se sienten orgullosos de sus actos, no pudieron evitar dejar su firma. Y además, vacilando... Aunque sus santas madres no tienen la culpa de haber parido a semejantes gilipollas.

Sea por H o por B, o por HB, estos sujetos no pueden quedar sin castigo. Han mancillado mi morada, se han burlado de mí y, en resumen, han mostrado una total falta de dignidad y respeto -atacando con nocturnidad y alevosía- que merece una justa satisfacción en la forma y medida que me venga en gana. Por tanto, y para que sirva de declaración de intenciones, proclamo aquí y ahora que estas dos personas serán a partir de ahora el objetivo de mi ira.

Y, finalmente, un mensaje para ellos, que sé que me leerán: Llevo un tiempo como célula durmiente, mostrando el talante que se corresponde a una persona con dos de gentes como yo. Sin embargo, habéis osado despertar a la bestia. Me veo avocado, no sin una visceral satisfacción, a desempolvar esos puñales y otros objetos punzantes que tenía escondidos en el sótano de mi ser -esos que años atrás relucían como la daga Dardo ante vuestra presencia-. Chavales, os váis a cagar ante lo que se os avecina:

El Vengador Rabanero¡¡ Askatu orbea txakoli alah al shalam !!
(Os voy a matar... y luego os haré mucho daño)

jueves, 28 de diciembre de 2006

Abrazos gratis (II)

El momiviento continúa...

ABRAZO MUNDIAL 30 DICIEMBRE 18h

Si el 30 de diciembre alguien te pide que demuestres que no eres una piedra y que tienes sentimientos humanos, no huyas, no te avergüences, ni te escondas. El resto de los días, también.

Igual, con el tiempo, no se nos hará extraño tratar a la gente con cercanía, confianza y respeto. Quien no lo intenta, jamás lo logra...

miércoles, 13 de diciembre de 2006

London

Este fin de semana ha sido especial. Mi archienemigo Añil Manchego, Óscar -aka. Alambres- y yo nos montamos en un avión y fuimos a hacerle una visita a nuestro amiguete Carlos -aka. Charlie, Coco, José Luis López Vázquez, Tigre, etc., etc...-. Destino: Londón, tilde incluída.

Ha sido un fin de semana de escapada, muy entretenido. A decir verdad, se me ha hecho tan corto que parece que lo haya soñado. Tengo una colección de imágenes en la cabeza, como si hubiera hojeado una revista de fotografía... Me ha gustado.

Muchos viajes terminas recordando lo bueno o malo que era el hotel, la paliza de andar, el buen o mal trato de los lugareños, la comida... esas cosas que al fin y al cabo forman parte de los viajes. Sin embargo en otros, pese a que tambien se pueden relatar esas mismas cosas, sólo puedes recordar el buen sabor de boca que te han dejado los sitios que has visitado, y sobre todo lo bien que estabas de cuerpo presente en ese momento.

Son viajes que al relatarlos no puedes separar los que has visto con lo que en ese momento has vivido. Sensaciones personales, que al comparar experiencias con otras personas que han estado en los mismos lugares, te das cuenta que no lo percibís de la misma manera. Es fácil que no pares de hablar de un sitio que te encantó, cuando otros que lo han visto no le dieron mucho valor; o al contrario, que oigas de las maravillas de sitios que había que visitar y que tú ni te percataras o sólo vieras lo que en tantas fotos de catálogos te has acostumbrado a ver.

Nada de esto es misterioso. La explicación es muy sencilla: Esto ocurre siempre que viajas con los amigos idóneos. Y eso no será nunca lo mismo que ir a una ciudad en un autobús formando parte de un paquete turístico, que visita una lista programada de atracciones de obligada visita. O ir de viaje con un grupo de gente con intereses e inquietudes tan diferenciados que todos se mueven como una masa sin rumbo para ir a todos lados, sin gustar al final ninguno.

Cuando viajas con amigos a los que no tienes que convencer, que no te van a exigir, cuando se puede estar tranquilo que en cualquier momento se puede cambiar el plan sin que a nadie le moleste, y además se aporten buenas y prácticas ideas, da igual donde viajes: Será un éxito asegurado.

Me alegra saber que con estos amigos con los que estoy viajando, vaya donde vaya, nos lo pasaremos bien y volveremos cargados de anécdotas y buenas sensaciones. Y siempre con ganas de preparar el siguiente viaje.

Eso para mí, es lo más importante y lo que quería escribir en este post. Si alguien tiene curiosidad por saber qué es lo que hemos visto, seguro que en los enlaces de mis compañeros de viaje lo relatarán mejor. Sobre todo, porque ellos tienen mejor memoria que yo.

Por mi parte, sólo dejaré una de las fotos que hice al visitar el observatorio de Greenwich, donde hay una vista fenomenal de una parte de Londres, adornada con un laser verde que parte desde el mismo observatorio, señalando el meridiano famoso, y que se adentra por la ciudad hasta perderse a la vista. No olvidaré que llegamos con el tiempo pegado, a punto de cerrar el parque donde se encuentra, sin ninguna luz a nuestro alrededor y sin farolas encendidas. Sin embargo, la vista mereció absolutamente la pena:

Panorámica desde el observatorio de Greenwich

La imagen está photoshopeada para mejorarla, pero pretendiendo hacer justicia a la sensación en vivo de esa panorámica tan fabulosa.

Y ahora, a esperar al siguiente viaje. Seguro que también será inolvidable.

¡Hasta la próxima!.