¡Que nadie se mueva! ¡Esto es un secuestro de la libertad de expresión!.
Así es, amigos. El juez Del Olmo ha ordenado el secuestro del último número de la revista de humor El Jueves, por incurrir en delito de calumnias hacia la corona de España.
No tengo palabras para explicar la pena que me da que tengamos que estar, a estas alturas, luchando por defender la libertad de expresión. Ya había asumido que vivimos bajo coacción y miedo para expresarnos abiertamente -todo lo americano se pega-, pero no hasta este punto.
Y no es que estemos tentando la suerte contra un grupo de fanáticos religiosos, como la polémica de las caricaturas de Alá. Los fanáticos los tenemos más cerca. Deben ser esos que huelen naftalina y armario ropero viejo que, insignia de la bandera nacional en la solapa, ven esto como otro ejemplo de la destrucción por parte de los putos rojos marxistas de la Una, Grande y Libre España que nos dejó atada y bien atada Franco. Y es que nos quieren traer Sodoma y Gomorra a la piel de toro, ombligo de Europa y de muchos de ellos.
Así que cuidadín, amigos... A ver si os voy a pillar en un renuncio hablando sobre la dudosa utilidad de la monarquía, su semejanza a un criadero de conejos, o lo que nos cuesta mantener a tan honrosa familia. Y cuidado con hablar de la bandera de España con un trapo de colores pinchao en un palo, de hablar sobre los históricos límites de nuestro Imperio (ya desde los homo erectus éramos todos españoles) y de herir el orgullo de los que ven más allá de la bandera como una combinación molona para disfrazarse de forofo deportivo.
Trapos coloreados, gente con apellidos del pasado viviendo del cuento de su heráldica, líneas geopolíticas inventadas por las personas para inventar palabras como patria, nacionalismo y extranjero... temas tabú, próximamente, en sus mentes aborregadas. ¡No se lo pierdan!
Y como aún no tengo nada planeado para las vacaciones, reproduzco la portada del diablo de esa revista, a ver si me denuncian y paso una temporada a la sombra.
¿Cuánto mal nos queda aún por aguantar por los putos orgullos de patria, sangre y dios?. Ejemplos, varios, me hacen pensar que volvemos a la Edad Media. Más nos vale que alguien invente una bomba que resetee a la Humanidad, a ver si en la próxima evolución sale una especie más inteligente, pacífica y sociable...