viernes, 20 de julio de 2007

Atacan a El Jueves

¡Estoy reproduciendo la portada de la revista! ¡Soy un criminal!

¡Que nadie se mueva! ¡Esto es un secuestro de la libertad de expresión!.

Así es, amigos. El juez Del Olmo ha ordenado el secuestro del último número de la revista de humor El Jueves, por incurrir en delito de calumnias hacia la corona de España.

No tengo palabras para explicar la pena que me da que tengamos que estar, a estas alturas, luchando por defender la libertad de expresión. Ya había asumido que vivimos bajo coacción y miedo para expresarnos abiertamente -todo lo americano se pega-, pero no hasta este punto.

Y no es que estemos tentando la suerte contra un grupo de fanáticos religiosos, como la polémica de las caricaturas de Alá. Los fanáticos los tenemos más cerca. Deben ser esos que huelen naftalina y armario ropero viejo que, insignia de la bandera nacional en la solapa, ven esto como otro ejemplo de la destrucción por parte de los putos rojos marxistas de la Una, Grande y Libre España que nos dejó atada y bien atada Franco. Y es que nos quieren traer Sodoma y Gomorra a la piel de toro, ombligo de Europa y de muchos de ellos.

Así que cuidadín, amigos... A ver si os voy a pillar en un renuncio hablando sobre la dudosa utilidad de la monarquía, su semejanza a un criadero de conejos, o lo que nos cuesta mantener a tan honrosa familia. Y cuidado con hablar de la bandera de España con un trapo de colores pinchao en un palo, de hablar sobre los históricos límites de nuestro Imperio (ya desde los homo erectus éramos todos españoles) y de herir el orgullo de los que ven más allá de la bandera como una combinación molona para disfrazarse de forofo deportivo.

Trapos coloreados, gente con apellidos del pasado viviendo del cuento de su heráldica, líneas geopolíticas inventadas por las personas para inventar palabras como patria, nacionalismo y extranjero... temas tabú, próximamente, en sus mentes aborregadas. ¡No se lo pierdan!

Y como aún no tengo nada planeado para las vacaciones, reproduzco la portada del diablo de esa revista, a ver si me denuncian y paso una temporada a la sombra.

¿Cuánto mal nos queda aún por aguantar por los putos orgullos de patria, sangre y dios?. Ejemplos, varios, me hacen pensar que volvemos a la Edad Media. Más nos vale que alguien invente una bomba que resetee a la Humanidad, a ver si en la próxima evolución sale una especie más inteligente, pacífica y sociable...

miércoles, 11 de julio de 2007

Más vicio...

Hacía ya tiempo que no me viciaba con nada -desde los turbios días del Ogame-. Pero no podía fallar... con nada que tengo tiempo libre, termino cayendo en las telerañas de la caja tonta con teclas.

Tranquila, traigo refuerzos. El Dr. House está en camino.

Después de una breve escaramuza con el Command & Conquer: Tiberium Wars (unas semanitas luchando contra los Nod, y metido en una peli con Cameron, la ayudante del Dr. House y el humano malo de V), he caído de lleno en otro comehoras sin fin: Second Life.

Aún recuerdo el principio de la historia con amargura:

Todo ocurrió una aciaga mañana, cuando en pleno frenesí pre-electoral me desperté con la curiosa noticia de que el lider de IU, Gaspar Llamazares, estaba de campaña por un mundo virtual. Este hombre, por cierto, se le ocurre e intenta cualquier cosa a la desesperada, ya que nadie le hace ni puto caso en el mundo real.

Y tampoco es que tuviera éxito en esa tentativa. Dicen que no acertó a subir bien por las escaleras, posiblemente por el nerviosismo de dar un mitin ante más de diez personas... y aquí eran ochenta, todo un récord.

Ya había oído hablar de ese mundo de mentirijillas. Cómo no, se me ponían los pelos de punta pensando en la clase de fauna que se podía mover por ahí dentro, sin duda influenciado por las machaconas noticias de los informativos de que los chats y los juegos en red son un nido de asesinos pederastas travelos que te envían fotos de su ojete moreno. Sin embargo, si Llamazares había entrado y sigue pareciendo el mismo de siempre -lo poco que parece-, no podía ser tan peligroso, ¿no?.

Efectivamente. En Second Life también existen las canis.

Y maldito el día...

Ahora mismo no sólo conozco el mundo, sino que te puedo llevar de visita a zoos, parques de atracciones, planetarios y discotecas; también me disfrazo de cualquier cosa y me cambio de ropa más rápido que Clark Kent acudiendo al WC en una superdiarrea.

Si no lo habéis probado, haceros un favor y no entréis nunca. Y en el caso de que ya os haya avisado tarde, entonces buscad a Rabanero Oh en el directorio de usuarios, que ese soy yo. Y ya nos iremos por ahí de fiesta o a apedrear cibergatos.

Tengo que darme a las drogas, que yo creo que voy a salir ganando.