martes, 8 de noviembre de 2005

Moralejas 2.0

¡Hola de nuevo! Ya llevaba tiempo sin escribir nada...

Hoy ha sido un día positivo para mí, así que me ha venido la inspiración para escribiros algo que me ha rondado la cabeza alguna que otra vez: Las moralejas de los cuentos clásicos.

Las moralejas, esos dogmas de sabiduría que se tejen en los cuentos son, en general, como los mismos cuentos que las contienen. Son enseñanzas que, no por estar equivocadas, pecan de ser demasiado clásicas. Respetar al prójimo, valorar a las personas por su alma y no su aspecto, ser honrado y bondadoso... Hoy en día a un sujeto que piensa así se le denomina panoli.

Hoy el mundo se mueve por otros valores. Y viendo el riesgo de que alguno de nosotros eduque a su hijo, sobrino o primo con las mismas moralejas con las que nosotros crecimos, arrastrándolo al panolismo más cruel y marginal, me veo en la obligación moral de realizar la siguiente revisión de moralejas de los cuentos populares. Todo ello con un sólo propósito: Enseñar los auténticos valores de la vida, como debe ser toda moraleja, aplicados a los tiempos actuales. Allá vamos...

Caperucita Roja

Sinopsis: Una niña que va a casa de su abuelita. Pero el malo del lobo llega antes, se viste de abuelita y espera en la cama a que llegue la niña. Llega la niña, se lía de palique con el lobo/abuela y éste salta de la cama para comerse a la abuelita. Luego aparece en escena un leñador del bosque, sin saber muy bien a cuénto de qué, y mata al lobo en orgía de sangre y destrucción.

Moraleja 2.0: Si vas de dialogante el más fuerte te comerá. La violencia sólo entiende de violencia.

La Bella y la Bestia

Sinopsis: Una pueblerina hermosa y algo curiosa entra, buscando a su padre, en el palacio de un tío que era muy guapo, pero también un chuloputas creído. La bruja listilla de turno le dio escarmiento al chuloputas, tiempo atrás, convirtiéndolo en un bicharraco feo, y la maldición sólo se romperá si alguna moza le besa con amor auténtico. Así de hijaputa era la bruja. Él se pone hecho una bestia, como lo que es, y pasa de la pueblerina como de comer mierda. La pueblerina insiste y tanto le cansa el tarro que al final se hacen amiguitos. Al final la pueblerina le da el beso al bicho, con enorme asco, y éste se convierte en Ken. Él y Barbie pueblerina se casan.

Moraleja 2.0: Olvida las gilipolleces esas de la belleza interior. Sólo triunfan los guapos.

Pulgarcito

Sinopsis: Una familia tan pobre que freía los huevos con saliva decide deshacerse de lastre. El padre coge a sus hijos y los abandona en el bosque. El niño pequeño, Pulgarcito, deja migas de pan para saber volver a casa. Pero los pájaros, que son bastante más listos que cualquiera de los niños, se comen las migas. Sin GPS ni nada, los niños acaban en casa de un ogro comeniños. Logran escapar. El ogro les persigue con unas botas Reebok Air Pump, pero como es vago se detiene a echarse una siesta. Los niños, que de apellido se llaman Flores Heredia, aprovechan para robarle las Reebok. Se las pone Pulgarcito, corre mucho y lo contratan en Telepizza para repartidor. Los niños regresan a casa. Con el sueldo de repartidor y las pizzas que Purgarcito extravía en su casa, los Flores Heredia salen adelante.

Moraleja 2.0: En asuntos de dinero no te fíes ni de tu padre. Y roba todo lo que puedas.

Cenicienta

Sinopsis: Una chacha de una casa de hijadeputas sueña con príncipes. Casualmente, a un príncipe de la zona le pica el escroto y organiza una fiesta sólo para las casaderas del reino y él. A la chacha protagonista le hace el papo palmas con la idea de asistir a esa fiesta. Sus ruegos los eschucha el hada de los asuntos gilipollescos, y le concede un montón de lujos superfluos para que pueda ir a la fiesta y sea la miss popular. Pero el alquiler de esos lujos caduca a las doce de la medianoche. Va a la fiesta y es la puta envidia de las Bratz, Flavas y Barbies que allí se congregan. Al príncipe se le pone el bulto en su leotardo con la chacha. Con tanto ponche y bailando paquitochocolateros a la chacha se le va el santo al cielo. Tiene que salir cagando leches de la fiesta a esa hora, y pierde un comodísimo zapato de cristal en la huída. Al día siguiente, al príncipe no se le baja la hinchazón de entrepierna y decide ir en busca de la chacha. Para encontrarla usa el zapato, que lo hace probar hasta que a alguna moza le quede bien. Después de ver más pies que un callista, se encuentra con la chacha, que da la puta casualidad que es la única que usa un 39 de pie en todo el reino. Se besan, se aman y se hinchan a perdices.

Moraleja 2.0: Lo importante es aparentar para poder dar un buen braguetazo con un completo desconocido, pero con dinero.

Los tres cerditos

Sinopsis: Tres cerditos hermanos se construyen tres chabolas. Uno la hizo de paja y se fue de putas; el segundo la hizo de madera y se hizo una paja; el tercero, de ladrillo y la declaró de protección oficial para pillarse subvención. Viene un lobo. De un soplido tira la casa de paja, y el cerdito de dentro huye a la de madera. De otro soplido -con algún que otro gargajo que se le escapa- logra tirar la de madera y ambos cerditos huyen a la de su hermano. El lobo sopla a la de ladrillo y no la tira. Intenta entrar por la chimenea y cae en un caldero de agua hirviendo, y huye.

Moraleja 2.0: Mejor que trabaje el gilipollas tu hermano para que puedas vivir de él.

El patito feo

Sinopsis: Una pata (la mujer del pato) tiene patitos. Todos son guapos y rubios, fruto de una concienzuda búsqueda genética del perfecto patito de pura raza aria. Todos menos uno, que sale negro. Entre las burlas de sus hermanos y madre, y afrontando intentos de cremación y gaseamiento, huye para no ser muerto. En su odisea las pasa realmente canutas, y está a punto de morir en repetidas ocasiones. Pasa el tiempo y llega a un estanque de cisnes, donde le reciben como a uno de los suyos. Se mira en el agua y resulta que él era un bonito cisne, no un pato. Y es que la mamá pata era un poco puta y se trajinó a papá cisne.

Moraleja 2.0: Si naces feo, te jodes. Si creces y sigues siendo feo, te jodes. El mundo sólo está hecho para los guapos.

Hasta aquí las moralejas de hoy. Igual otro día continúo, porque cuentos clásicos los hay para hacer un libro, o dos.

¡Hasta pronto!

3 comentarios:

anilmanchego dijo...

jajajajajajajajaja.

Creo que dices los cuentos tal y como son.
Al fin y al cabo lo que mueve nuestro mundo es:
Dinero,
Sexo,
Poder.

Y estos tres se pueden resumir en uno:
Dinero.

Buen post.

Gabriela dijo...

Seeeeeeeeeeeeee
totalmente de acuerdo!!


abrazos

Anónimo dijo...

Muy gracioso, pero estoy en contra.
Las cosas en la vida son como nosotros deseamos.

Abrazotes.